Reforma Agraria y cooperativa: aún en busca del camino propio

AuthorAvelino Fernández Peiso
ProfessionDoctor en Ciencias Jurídicas
Pages523-541
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REFORMA AGRARIA Y COOPERATIVA:
AÚN EN BUSCA DEL CAMINO PROPIO
Avelino F P*
Introducción
Con el cooperativismo cubano no funcionó aquella poética titular de una
novela imprescindible: El mundo es ancho y ajeno.1 En su histórico recorrido
legal, siempre ha estado impregnado del traslado de las instituciones foráneas:
en sus primeros momentos, condicionado por los escenarios históricos con-
cretos del devenir de territorio colonizado por la aventura ibérica colombina;
en el subsiguiente, por la imposición —en su momento fundacional— de la
vocación de los intereses tutelares del naciente imperialismo, que supeditó
la producción legal a la mentalidad foránea del lucro; durante los últimos
50 años, truncado por el calco acrítico del paradigma socialista estatal.
La realidad cubana de hoy —y las del mundo— en constantes y ascendentes
transformaciones prácticas y teóricas de las penurias, así como de los despil-
farros, obligan a reconsideraciones conceptuales en el manejo de los asuntos
políticos, económicos y sociales, haciéndose más necesario que nunca encon-
* Doctor en Ciencias Jurídicas. Profesor Titular de Derecho Agrario, Universidad de Cienfuegos.
E-mail: avelino@ucf.edu.cu.
1 A, Ciro: El mundo es ancho y ajeno, 1955.
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Avelino Fnández Peiso
trar un camino cooperativo propio y hacer realidad la advertencia martiana de
que las raíces tienen que ser nuestras y proyectarse hacia el mundo.
La Ley de Reforma Agraria —imprescindible respuesta a la conjunción de
realidad social, económica y política para la Cuba en Revolución liberadora,
promulgada con valor soberano por el Gobierno Revolucionario el 17 de mayo
de 1959— vino a suprimir las improntas estructurales y de dominación que
deformaron la sociedad, la política y la economía nacional, elaborando y mate-
rializando conceptos y categorías de proyección futura, justiciadora del trabajo
y el desarrollo de una política socioeconómica dignicadora del hombre del
campo.
Su proyección legal y real trascendió la materialización del programa polí-
tico, propiciando cambios de paradigmas sociológicos, tecnológicos y cultura-
les de un pueblo, en tanto posibilitó que el sujeto jurídico Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA),2 encargado de su aplicación, extendiera su esfera de
poder para abarcar diversos escenarios de la vida económica y social; propició
la conanza y socialización del sentido de lo nacional; conrmó la jerarquía
moral de los líderes; denió e impulsó al poder revolucionario cual servidor de
las causas del pueblo y no de una parte de él.
De esa forma garantizó la hegemonía del poder político —al sentir
gransciano,3 su sustento ético y de valores para el manejo de los asuntos públi-
cos, desarrollando en la conciencia y el hacer social el sentido de lo nacional
solidario, frente a las tradicionales formas individualistas y resignadas de la
pasividad del modo de ser burgués dependiente.
En esencia, el pueblo completó su capacidad moral y cultural de nación
para sí, mutilada en 1898, transgurando los actuares individuales cotidianos
en socialización para la obra de la Revolución.
La práctica de la justicia, para el medio rural, determinó el camino de la
justicia para el resto de los sectores sociales y económicos que integran las
potencialidades de la Nación, pues a su conjuro se realizaron obras educacio-
nales, sanitarias, constructivas, industriales, de servicios, no soñados, impli-
cando la necesidad social en la voluntad política; signicación hoy, presente
actora y en continuo desarrollo al servicio de Cuba y del resto del mundo.
2 El Instituto Nacional de Reforma Agraria, organismo de naturaleza constitucional, encargado
de llevar a la práctica el mandado de hacer efectiva la transformación agraria, transcendió
al ámbito nacional e internacional como generador de nuevas concepciones y devino ecaz
instrumento de defensa de la Revolución y del desarrollo del país. Sus actividades, de hecho, lo
convirtieron en un gobierno dentro del estado revolucionario.
3 A, J.: 2004.

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