Cambio climático en un mundo globalizado

AuthorDra. Alicia Noemí Farinati
PositionProfesora Titular. Instituto Gioja, Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA)

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  1. A pesar de que en el siglo XXI se produce más comida que en cualquier otro período de la historia, más de la mitad de la población mundial padece hambre. Y esto no se debe sólo a la grave situación de crisis que padece el mundo, y que hemos visto en los días precedentes. Nos proponemos analizar aquí, más que las causales del así llamado cambio climático y sus repercusiones a corto y mediano plazo en la vida de la humanidad, cuáles son las políticas que los países desarrollados, o sea las democracias de occidente, deberían de seguir, a fin de evitar las catástrofes que se anuncian.

    Esto seguido naturalmente de una concientización no solo de las poblaciones sino de los gobiernos: mas allá de las ganancias -miradas siempre a corto plazo- ese famoso huevo de la serpiente puede engendrar monstruos tales como desertificación o inundaciones que acentuaran aún mas, con difíciles capacidades de retorno, el ya agudo problema del hambre que mencionábamos, que es acuciante, y que lo será todavía más con el añadido de revueltas y motines por las hambrunas como la humanidad conoció en el Medioevo europeo. No olvidemos que fueron una de las causas de la revolución francesa, por ejemplo, y que ya se produjeron en los años 80 y 90 en más de 50 casos en los países del sur.

    Pero si estamos contestes en que la humanidad produce ahora más de lo que puede consumir, la clave no está evidentemente en la cantidad de lo producido sino en que el precio de las commodities no se fija en el sur, sino en el norte, y justamente son los países del sur los que tienen las dificultades para el pago de los precios internacionales de las mismas.

  2. En la reunión sobre Seguridad Alimentaria realizada en estos días en Madrid, y a la cual concurrieron representantes de las instituciones más importantes del mundo sobre el tema, no se señaló ningún cambio en las políticas próximas. Por el contrario, las propuestas son por una mayor liberalización y una nueva “revolución verde”, o sea, aumentar la producción a base de semillas modificadas genéticamente - la Argentina hace años que conoce esa política y ha llevado a los actuales debates entre el gobierno y el así denominado “campo”, que han involucrado a la sociedad entera - lo que implica y he aquí el punto crucial, liberar zonas cada vez más extensas e importantes de la vegetación autóctona para transformarlas en sembradíos, en especial de soja. Quiero destacar que los efectos nocivos de las semillas transgénicas para el ser humano no han sido absolutamente probados, pero tampoco descartados, y sobre todo en Europa, se le da una enorme preeminencia desde los 80 a los productos “naturales”.

    Entre las crisis de los últimos años mencionamos la de la “tortilla” en México en 2007, al aumentar el precio del maíz; así como los alzamientos en Haití en 2008 por la subida del precio del arroz, frijoles y fruta. Estos levantamientos se produjeron en más de 37 países del sur, entre los cuales cabe citar Marruecos, Mozambique, Niger, Bolivia, Malasia, debido al ya citado aumento del precio de los alimentos y la imposibilidad de hacer frente a dichas subidas por el monto ínfimo de los salarios.

    Debemos sumar además la quita del apoyo a los pequeños campesinos, la apertura o liberalización de los mercados nacionales - ya lo veremos en lo que pasa en Argentina -, y La extensión del monocultivo a los fines de la exportación de aquellas commodities que tienen más importancia en el mercado mundial, y son más requeridas por sus precios más altos, en nuestro caso la soja. Las entidades representativas de varios sectores del campo cortaron rutas en un conflicto que duró mas de tres meses, y que no ha terminado aún, debido a la intención del gobierno de subir el monto de las “retenciones” - impuestos a las exportaciones - dado el inusitado precio del cereal en el mercado mundial, lo cual fue generador del llamado fenómeno sojero. Hoy en día el fenómeno se ha trocado, la terrible sequía de los últimos meses ha tocado sobre todo a los pequeños y medianos productores.

    Cabe señalar que el boom “sojero” fue impulsado por el Estado en los años 60 y 70, y tras lograr sucesivos records de producción las grandes firmas multinacionales que controlan el negocio, vía las semillas transgénicas (Cargil, Monsanto, Dreyfus, ADM, Bunge), instalaron en Rosario las 80 plantas aceiteras más grandes del mundo y consiguieron del Estado el dragado del río para permitir el paso de buques de mayor calado. Se liberó el uso de la semilla RR glifosato a partir de 1966, sin observar aquí en Argentina los contratos que se firman en Estados Unidos y obligan a los campesinos el pago anual por el uso de la semilla.

    De esta manera, el costo de la semilla y el herbicida fue menor que en los Estados Unidos. Generalizado su uso, las firmas presionaron para el pago anual, tal como en Norteamérica, y el menor costo del glifosato se produjo también en medio del conflicto sojero. Cuando el costo se incrementó en el lapso de dos meses de 2 a 8 dólares el litro, se probaron las manipulaciones que las firmas ejercen en el mercado interno. En breve, el fuerte rol del Estado para impulsar el cultivo, las manipulaciones de las firmas, y el aumento abrupto de los herbicidas y las semillas, aceleró el boom sojero - el país entero dedicado a la soja, desde Salta a la provincia de Buenos Aires, para un mercado asiático que era el principal consumidor.

    Ello prueba no solo el carácter dependiente de nuestra economía sino justamente el tema que tratamos; enormes extensiones, sobre todo en el norte, Salta, Formosa y Chaco fueron devastadas de sus foresta originaria a fin de transformarlas en campos sojeros. El problema, pese a su gravedad, no ha sido resuelto aún dados los precios a los que llegaron los insumos necesarios para la siembra de dicho grano, lo cual ha incidido también en los pequeños agricultores, que ha arrendado sus tierras a los pools de siembra, en una especie de vértigo hacia el abismo. El tema, lo veremos luego, se ha reproducido, con mano de obra y tecnología argentina, sobre todo en el norte de Brasil, en deforestaciones enormes por parte de...

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