El Che y las relaciones económicas-jurídicas internacionales
| Author | Lic. y C. P. Héctor Alamar Prada |
| Position | Especialista del Ministerio de Cultura |
| Pages | 101-120 |
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A pesar de los profundos cambios que tienen lugar en el actual contexto Internacional, se decidió respetar el texto original de este trabajo y dejar al lector -por sugerente y polémico-el análisis y la valoración de la vigencia o no de lo planteado en esa oportunidad.
Siempre que se recuerde al CHE, inevitablemente nos llega ¡a imagen del combatiente, del guerrillero que con las armas en la mano contribuyó al triunfo y consolidación de la Revolución Cubana, y ofrendó su vida por la emancipación económica, política y social de los países subdesarrollados.
Por otros hechos de su fecunda labor revolucionaria, el CHE también alcanza estatura universal al combatir con su palabra mesurada, profunda y valiente, el poderío imperialista y defender el derecho de los pueblos dependientes a alcanzar su plena soberanía política e independencia económica. Es así que se gana un merecido lugar como estadista de claras concepciones.
El sugerente tema de indagar en el pensamiento social del CHE, con marcado énfasis en sus planteamientos en la I UNCTAD (Ginebra, 1964) permite analizar la vinculación de sus ideas con los principios básicos y normas del Derecho Internacional contemporáneo, y a la vez apreciar su relación con algunos de los problemas más candentes de las relaciones económicas internacionales de hoy, el comercio y el desarrollo, y dentro de ellos la deuda externa. Cualquier marco mundial en que se debata esta temática probará sus dotes de precursor.
La referida indagación persigue motivar una reflexión, a nuestro entender novedosa y de alcance científico, de ser afirmativa la respuesta:
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¿Existen dentro del pensamiento social del CHE ideas y concepciones jurídicas en el ámbito de las relaciones económicas internacionales?
El carácter interdisciplinario de la temática recomendó, en el trabajo original, dedicar un capítulo al rol del Derecho Internacional y en la presente síntesis sólo algunas referencias a la participación del CHE en eventos internacionales. Lo anterior coadyuva a un mejor desarrollo del tema central.
El capítulo final, más que formular conclusiones, constituye una generalización que exhorta a que el trabajo sea punto de partida para profundizar en todo el quehacer del CHE en sus vínculos con las ciencias jurídicas, quehacer que, por supuesto, no se circunscribe solamente al ámbito de las relaciones económicas internacionales.
Lograr interesar al lector en una de las temáticas aún no analizadas o profundizadas del pensamiento social del CHE, las concepciones jurídicas en las relaciones económicas internacionales, puede tropezar con inconvenientes, dada la complejidad de los aspectos antes enunciados y las dificultades inherentes a su adecuada interrelación. Por lo anterior, son fundamentales algunas precisiones en cuanto a las características, aspectos desarrollados, alcance, omisiones y limitaciones con el fin de facilitar anticipadamente y de forma breve, las informaciones mínimas para realizar conscientemente su lectura. Estas precisiones están referidas a los siguientes aspectos:
a) tratamiento interdisciplinario;
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importancia del discurso del CHE en la I UNCTAD;
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integración de los distintos aspectos del trabajo.
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Es inevitable destacar el enfoque interdisciplinario (económico, político y jurídico) de esta temática: de lo contrario se correría el riesgo de no valorarla integralmente y arribar a conclusiones sin el rigor científico exigido. Por tal razón, las ciencias jurídicas, la economía y la política constituyen el marco de fondo del trabajo.
Dos frases de Lenin son consecuentes con este enfoque: "La política es la expresión concentrada de la economía" y "La política emplea el Derecho, la Ley es la medida de la política, es la política misma".1
De las citas anteriores se hace evidente que "si la política es la expresión concentrada de la economía, el Derecho es la expresión concentrada de la política".2
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No es ocioso recordar, además, que la relación derecho/política se expresa en la relación derecho/estado, la que conforma el aparato jurídico-político de la superestructura social y constituyen los dos factores más directamente vinculados con la estructura económica de una determinada nación y del orden institucional de ésta.
Lo antes expresado, llevado a planos de la comunidad internacional, es suficiente para percatarse de la importancia del derecho en la edificación y dirección de la sociedad mundial, ya que las ideas políticas se convierten en principios y normas jurídicas internacionales.
Es así que Economía, Política y Derecho son ciencias que se integran, armónica y necesariamente, como sostén de este trabajo, y en cierta medida pretenden romper esquemas que, en muchas oportunidades, han limitado el conocimiento de los especialistas de las ciencias jurídicas, impidiéndoles valorar de forma integral los fenómenos que se les presentan en su quehacer profesional; lo que conspira contra la ampliación de los horizontes de conocimiento mientras de otras ciencias muy necesarias y vinculadas a la doctrina jurídica, en detrimento de análisis más completos, más complejos y profundos de las temáticas y, un peligro mayor, no ha propiciado un clima favorable y perspectivo a nuevas ideas e iniciativas creadoras, ni ha impulsado la formación de un pensamiento interdisciplinario en los jóvenes juristas.
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Por su contenido económico-jurídico se ha dado un mayor alcance al análisis del discurso del CHE en la I UNCTAD y a partir de este documento interpretar jurídicamente su pensamiento social en el contexto internacional. Además se toman en consideración otras ideas de su pensamiento social en discursos y trabajos vinculados con la lucha de los países del Tercer Mundo, para así demostrar lo consecuente de sus concepciones en relación con los principios y normas del Derecho Internacional vigente o reclamados por los países subdesarrollados: es esta la esencia del Capítulo III.
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Es oportuno dejar constancia de que el trabajo se conformó a partir de los testimonios y los conceptos teóricos del CHE en las obras que se han seleccionado. En oportunidades se toman sus propias palabras o se parafrasean, ya que no siempre es factible dejar expresadas citas textuales. La redacción trata, en todo momento, de dejar claro lo que corresponde a otras fuentes.
Las interpretaciones de los planteamientos del CHE y las valoraciones y comentarios del autor pretenden integrarse, consecuentemente, con la esencia de lo antes expresado.
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Se lograrían los objetivos propuestos, si, desde posiciones distintas y distantes en el tiempo -el CHE hace más de 27 años y la situación actual de las relaciones económicas del Tercer Mundo- estas páginas sirvieran para promover una investigación profunda acerca de si las ideas jurídicas del CHE alcanzan un más alto grado de categorización.
Las intervenciones del CHE en varios eventos internacionales representan contribuciones importantes dirigidas contra el imperialismo y los mecanismos impuestos por los países capitalistas desarrollados con el propósito de ampliar la dominación sobre los pueblos económicamente más débiles.
Antes de hacer algunas referencias a estas intervenciones, es conveniente recordar que la mayoría de estos eventos se realizaron con posterioridad a la etapa en que la Revolución Cubana dictó leyes fundamentales, tales como: la Reforma Agraria, la nacionalización de los medios de producción en poder de los norteamericanos y de la oligarquía criolla, y otras no menos importantes. A la sazón ya el Guerrillero Heroico había demostrado sus dotes de estadista al frente de tareas relacionadas con esas medidas, al ocupar, entre otros, puestos claves de dirección como Presidente del Banco Nacional de Cuba y Ministro de Industrias, en los que desarrolló sus concepciones económicas para la etapa de construcción del socialismo en un país subdesarrollado, temática tan debatida y analizada actualmente. Sabido es que estas leyes revolucionarias provocaron, de por sí, las más drásticas medidas del imperialismo, que trató de asfixiar el proceso político cubano, pero recibió respuestas contundentes de la Revolución, como muchas de las mencionadas leyes.
El año 1964 fue uno de los períodos de mayor irritación de la Administración Norteamericana. Frente a esta actitud, la Revolución contó con la admiración y solidaridad de la mayoría de los pueblos, en especial de los pueblos latinoamericanos, y fue en marzo de este año, en oportunidad de la I UNCTAD, que Cuba, en la voz del CHE, hizo retumbar con sus verdades descarnadas el plenarium del Palacio de las Naciones en Ginebra. Fue el discurso más esperado y aplaudido de esa Conferencia, el que no defraudó a la mayoría de los delegados y le dio un tono nuevo a ese evento internacional: esta intervención del CHE constituye la base fundamental de la tesis del trabajo en el Capítulo III, "Exégesis jurídica de intervenciones del CHE en el contexto de las relaciones económicas."
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No es la I UNCTAD la única, pero sí la más importante, intervención del CHE para profundizar en sus ideas y concepciones en el ámbito de las relaciones económicas internacionales, ya que el Comandante Guevara utilizó más de una tribuna internacional para abordar los grandes problemas de los países subdesarrollados y condenar la política de explotación de las grandes naciones capitalistas.
Un antecedente muy importante, en agosto de 1961, fue cuando presidió en Punta del Este, Uruguay, la delegación cubana a la Conferencia del Consejo Interamericano Económico y Social de la OEA. Allí se enfrentó -a sólo unos meses de la primera derrota militar del imperialismo en América- a la Delegación de los Estados Unidos y a los gobiernos voceros que trataban de presentar dicho evento como de interés meramente económico y por ende separado de la política. Dio pruebas de un pensamiento integral con connotaciones económicas, políticas y jurídicas:
"Tengo que decir que Cuba -planteó CHE en esa oportunidad- interpreta que esta es una conferencia política, que Cuba no admite que se separe la economía de la política y que entiende que marchan constantemente juntas".
En 1963 el CHE asistió, en Argelia, a un Seminario sobre Planificación, y en 1964, además de intervenir en la I UNCTAD pronunció un discurso en que analizó la situación económica internacional ante la Asamblea General de Naciones Unidas y utilizó el derecho de réplica por los ataques de desgobiernos latinoamericanos y de Adlai Stevenson, delegado norteamericano, de triste recordación, quien mintió en la ONU cuando el artero ataque a Playa Girón.
El último evento internacional en que participó el Guerrillero Heroico fue en Argelia en febrero de 1965; en esa oportunidad su voz se escuchó en el Segundo Seminario Económico de Solidaridad Afroasiático. Allí destacó que la lucha de los pueblos había que desarrollarla también para librarse de las trabas coloniales y neocoloniales.
Su palabra combatió, tanto en Ginebra como en la Sede principal de las Naciones Unidas, en New York, como en Uruguay y Argelia, por citar los principales lugares donde él participara en reuniones de carácter internacional, para defender los derechos de los países subdesarrollados: esta actuación le reserva, por supuesto, un lugar dentro de los estadistas destacados de ese período con una proyección jurídica internacional al lado de los desposeídos.
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En las mencionadas intervenciones del CHE, en la lectura de muchas de sus obras, así como en publicaciones de su quehacer revolucionario, se puede comprobar que si bien no era un profesional de la técnica jurídica, sus profundos conocimientos económicos y políticos sí le permitieron enfoques, nuevas proyecciones y planteamientos dentro del campo de las ciencias jurídicas: lo que permitirá constatar -de la lectura de las mencionadas intervenciones- que en el pensamiento del CHE existe una coherente conciencia jurídica.
En el Capítulo I "Introducción" queda planteado como objetivo principal del trabajo motivar la reflexión acerca de la existencia o no de ideas y concepciones jurídicas en el pensamiento del CHE.
Dentro de la obra del CHE, el discurso en la I UNCTAD (Ginebra, marzo de 1964) ha sido tomado como fuente fundamental para auscultar, extraer o interpretar los aspectos de su pensamiento que tienen un contenido jurídico internacional. También se tienen en cuenta otras intervenciones memorables, como la de la OEA de 1960 y la de Punta del Este en 1961.
Las páginas siguientes recogen una selección, muy sintética, de algunas de las normas y principios contenidos en el discurso con las interpretaciones jurídicas a los pronunciamientos del Comandante Guevara, en los que se hacen evidentes sus avanzadas ideas y concepciones dentro de la doctrina, algunas de las cuales, en aquellos momentos no constituían ni principios ni normas del Derecho Internacional, como por ejemplo, el "nuevo tipo de relaciones" que demandaba el CHE, relaciones precursoras del Nuevo Orden Económico Internacional aprobado una década más tarde, en 1974, por la Asamblea General de Naciones Unidas.
Coexistencia Pacífica. Norma generalizadora del Derecho Internacional Moderno.
Con su característico estilo directo, inicia el CHE su discurso amparándose en los múltiples derechos que asisten a la Revolución Cubana para proclamar su verdad ante un foro internacional, por estar realizando la construcción del socialismo, como país sub-desarrollado y país agredido, y como nación latinoamericana, a pesar de haber sido separada mediante fallos antijurídicos de la organización regional, la OEA.
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Con evidente rigor jurídico sustenta los derechos a pronunciarse como país socialista y agredido en una norma generalizadora del Derecho Internacional Moderno: el principio de la coexistencia pacífica, que surge a partir de la Revolución de Octubre.
Como país subdesarrollado miembro de la ONU habla Cuba con plenos derechos en la I UNCTAD, por ser uno de los países que tuvo la iniciativa en impulsar la celebración de esta Conferencia diplomática y luego apoyar el establecimiento de ella como órgano permanente de la ONU para el comercio y el desarrollo internacional, y más aún por haber sido objeto de la explotación colonialista e imperial por España y los Estados Unidos, respectivamente.
Es significativa la técnica jurídica utilizada por el CHE al calificar de antijurídicos los fallos que separaron a Cuba de la OEA por la política de presiones, sobornos y acciones de la Administración Norteamericana en violación de los principios y normas del Derecho Internacional y con ello separarnos del conjunto de países latinoamericanos.
Al analizar brevemente los antecedentes de esta I UNCTAD, - Bretton Woods (1944) y Conferencia de La Habana (1947) - denuncia el CHE que el objetivo de los países imperialistas era crear un nuevo ordenamiento del mundo según sus intereses, y precisa que el Gobierno cubano no se sentía comprometido con el papel dependiente del Gobierno de turno, ni con el contenido y alcance de la Carta de La habana.
Refirma con estos planteamientos el principio de soberanía política e independencia económica de los Estados, aceptado universalmente.
Prevé, al referirse a los resultados de las mencionadas reuniones, lo nefasto que para los países dependientes era la creación de los organismos crediticios y financieros internacionales (FMI y BIRF), así como el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).
Estos organismos crediticios, financieros y arancelarios internacionales al servicio de la política de expoliación de los pueblos por parte de las naciones capitalistas desarrolladas, tienen como máxima expresión de los resultados de su labor de décadas la actual, ilegal e inmoral deuda externa, la que sintetiza la política del imperialismo y el desconocimiento de sus compromisos jurídicos contraídos con la comunidad internacional, amparados en los principios y normas del Derecho Internacional.
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El CHE había abordado con anterioridad este principio del Derecho Internacional Contemporáneo como fue brindar en 1960, 4 años antes de la I UNGTAD y 1 año después del triunfo revolucionario, una conferencia sobre soberanía política e independencia económica, lo que sólo es posible a hombres de un avanzado pensamiento social, e incluso, en un sentido más restringido, de certeras concepciones jurídicas. No es común que este tipo de tema sea analizado con frecuencia por los propios especialistas de las ciencias jurídicas. Es quizás la intervención del CHE en el programa de televisión "Universidad Popular" (20-3-60) una de las pruebas más elocuentes para demostrar la existencia de concepciones jurídicas en su pensamiento. Ningún modo mejor de analizarlo que sus propias palabras. A continuación breves fragmentos de su intervención: "...la soberanía política es un término que no hay que buscarlo en definiciones formales, sino que hay que ahondar un poquito más, hay que buscarle sus raíces. Todos los tratados, todos los códigos de derecho, todos los políticos del mundo sostienen que la soberanía política nacional es una idea inseparable de la noción de estado soberano, de estado moderno (...), pero la soberanía nacional significa, primero el derecho que tiene un país a que nadie se inmiscuya en su vida, el derecho que tiene un pueblo a darse el gobierno y el modo de vida que mejor le convenga, eso depende de su voluntad y solamente ese pueblo es el que determina si un gobierno cambia o no. Pero todos estos conceptos de soberanía política, de soberanía nacional son ficticios si al lado de ellos no está la independencia económica".
"Los pilares de la soberanía política que se pusieron el 1ro. de enero de 1959, solamente estarán totalmente consolidados, cuando se logre una absoluta independencia económica".
El mundo en 1964, afirma el CHE, está dividido en grupos de naciones con disímiles concepciones económicas, políticas y sociales; y destaca, en primer lugar, la confrontación entre los países socialistas y los países capitalistas desarrollados; entre los propios países capitalistas desarrollados la contradicción se basa en la incesante lucha por el reparto del mundo y la posesión estable de sus mercados. Una tercera contradicción es la que se da entre los países capitalistas desarrollados y los pueblos subdesarrollados.
Define claramente que la responsabilidad de las decisiones a tomar en la Conferencia recaen en los representantes de los países subdesarrollados y expresa: "Si todos los pueblos que viven Page 109 en condiciones económicas precarias, dependientes de potencias extranjeras en algunas fases vitales de su economía y de su estructura política y social, son capaces de resistir las tentaciones y ofrecimientos hechos fríamente, pero al calor de las circunstancias e imponen aquí un nuevo tipo de relaciones, la humanidad habrá dado un paso adelante".
El CHE, al referirse a la responsabilidad de los países subdesarrollados en la toma de decisiones en la Conferencia, y muy especialmente a la exigencia de "un nuevo tipo de relaciones" (fue el primer llamado de Cuba al Tercer Mundo para quebrar el injusto orden económico impuesto) ya prevé la esencia de la necesidad imprescindible del Nuevo Orden Económico Internacional, que en nuestros días es reclamo de la gran mayoría de los países, inclusive, plasmado en acuerdos de la Asamblea General de Naciones Unidas3. Serias reflexiones ante esa disyuntiva existen en los países capitalistas desarrollados a los efectos de si no evitar, sí atenuar las profundas transformaciones que implica. El Plan Brady es el mejor ejemplo. No hay dudas de que en el pensamiento económico, político y social del CHE estaba bien definida esta necesidad como derecho de los pueblos pobres, traducido en el derecho al establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional.
Tomando como punto de referencia la Carta de La Habana, en la que se trató de reordenar el mundo en base a los intereses de las potencias capitalistas, valora el CHE el período transcurrido desde 1947 hasta la I UNCTAD, período que se destaca por la desintegración del sistema colonial. Hace observar que en el campo del comercio y el desarrollo económico las tasas de crecimiento han sido mucho más altas en los países desarrollados y en los pobres las tasas de crecimiento económico son inferiores al del crecimiento demográfico. Afirma que esta situación no era casual y se derivaba del sistema capitalista desarrollado, en pleno auge desde fines de siglo, y que trasladaba las formas más abusivas de explotación a los países que supeditan sus economías a las potencias desarrolladas: esto lo logran -destaca el CHE- por el control de la producción y el comercio de las materias primas, y señala como condición esencial de esta explotación la penetración del capital extranjero, la que adquiere diversas formas y hasta en último extremo, "utilización de la fuerza como potencia económica para reforzar las otras formas de explotación".
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Por supuesto no son temporales estas características de supeditación de las economías de los países dependientes: hoy es más aguda la situación económica mundial y en todos los foros se presenta la deuda externa como el punto más álgido para los países subdesarrollados. Sólo la integración de los países subdesarrollados en una unión de deudores les hará meditar seriamente; no es un problema de un país determinado, es el Tercer Mundo; y, por tanto, ya es un problema político, como ha planteado reiteradamente el compañero Fidel.
Valorando desde el punto de vista jurídico, el CHE reclamaba, indudablemente, la aplicación de los principios de respeto a la soberanía y de igualdad de derechos de los Estados, la no intervención en asuntos internos y el derecho de autodeterminación de los pueblos, así como la cooperación entre los Estados; en fin, abogaba por la cooperación internacional en su generalidad.
Al referirse nuevamente a los organismos internacionales crediticios, financieros y arancelarios, el CHE denunciaba el triste papel de estos organismos internacionales al servicio del imperialismo norteamericano, en primera instancia, y de las grandes potencias capitalistas, que los utilizan como formas más sutiles de penetración del capital internacional y sus intereses. Estos organismos con el FMI, el BIRF, el GATT y el BID, como organismo regional.
Estos organismos internacionales -precisa el CHE- penetran la política económica interna, la de comercio exterior, así como las formas de financiamientos tanto en el plano interno como en las relaciones entre los países dependientes. Hasta nuestros días se recuerda, por su vigencia, la famosa frase del CHE: "El Fondo Monetario Internacional es el cancerbero del dólar en el campo capitalista". Estos organismos internacionales pretenden presentarse como defensores de la equidad y la reciprocidad en las relaciones económicas internacionales; pero realmente es una imagen fetichista, cada vez menos creída por los pueblos, puesto que en vez de garantizar la estabilidad de los tipos de cambio y la liberalización de los pagos internacionales impone medidas de supuesta austeridad en los países dependientes. No adoptan ni siquiera medidas mínimas frente a la penetración de las inversiones extranjeras, ni evitan la crítica situación en las balanzas de pagos, ni actúan en defensa del comercio internacional; en fin, evaden intencionalmente la solución Page 111 a los problemas de estructura del sistema monetario y crediticio internacional y son renuentes a cambios, el status quo es su línea de principios.
La esencia de estas reflexiones del CHE, en relación con los organismos financieros y crediticios internacionales, mantiene plena vigencia. No han cambiado la imagen y las acciones del repudiado Fondo Monetario internacional en más de un cuarto de siglo: continúa su política con formas aún más sutiles que ya no engañan a los pueblos que sufren el pesado fardo de la deuda externa, los que responden con acciones desesperadas y en rescate de su soberanía nacional declaran moratoria unilateral, pagan solamente un por ciento de sus exportaciones para amortizar servicios de la deuda, y a la vez mantienen una renegociación constante de capital e intereses los que, en oportunidades, dan lugar a la obtención de nuevos préstamos que en definitiva incrementan el volumen de sus endeudamientos externos. No escapan al autor las formas "novedosas" que propugnan actualmente con relación a cancelaciones y compras de la deuda externa.
En la intervención de Cuba ante la Asamblea General de Naciones Unidas -Sexto Período Extraordinario de Sesiones (abril-mayo 1974)- se destaca un párrafo, aún hoy plenamente vigente, en el que se plantea la necesidad de una reforma del sistema monetario internacional que tenga en consideración, de forma priorizada, las necesidades de los países del Tercer Mundo, pero no dentro de las estructuras y funciones actuales del "célebre" Fondo Monetario Internacional: Cuba planteaba que las reformas se hicieran en un foro universal con todos los miembros de la comunidad internacional.
Otro organismo internacional, el GATT; esconde mediante concesiones recíprocas y el trato igual entre países capitalistas desarrollados y los subdesarrollados la esencia de un status ventajoso para los regímenes explotadores.
Ninguna de las medidas del GATT ha permitido la reducción del proteccionismo agrícola, los aranceles, las subvenciones y otros múltiples mecanismos que impiden un trato equitativo y no igualitario: lo que limita las exportaciones de los países dependientes o los reduce a algunos productos básicos.
Menciona el CHE los resultados de los acuerdos del tratado de Reciprocidad Comercial de 1934, firmado entre Estados Unidos y Cuba en nombre de los beneficios que darían las áreas preferenciales, Page 112 las que en realidad esconden otra forma de explotación: poner el comercio exterior a la disposición de los monopolios norteamericanos.
Cita los criterios emitidos por el Embajador yanqui, Summer Welles, al referirse al mencionado acuerdo entre ambos gobiernos: "El Gobierno cubano a su vez nos garantizaría prácticamente el monopolio del mercado cubano para las importaciones norteamericanas. (...)" Y a continuación: "(...) Finalmente, la negociación en este momento del acuerdo comercial recíproco con Cuba sobre las líneas antes indicadas, no solamente reviviría a Cuba, sino que nos daría el control práctico del mercado (...)", así subrayaba el señor Welles.
Por lo anterior, expresa el CHE, Cuba debía salir con su producto fundamental, el azúcar, por el mundo entero a la obtención de divisas para lograr el equilibrio de la balanza con los yanquis, debido a las condiciones impuestas por el mencionado Tratado: lo que demuestra con datos avalados con cifras en la propia Sesión Plenaria de la I UNCTAD.
La historia de la república mediatizada fue testigo del neocolonialismo norteamericano en todos los órdenes.
Son tantas las violaciones de los principios y normas del Derecho Internacional cometidas por los EE.UU., aún antes del advenimiento de la pseudo-república en 1902, hasta 1958 y en forma más prepotente y descarnada desde los primeros meses de la Revolución, que relacionarlas daría lugar a una enumeración innecesaria: han sido violados la mayoría de los principios de la Carta de la ONU y otros reconocidos por la comunidad internacional; por ejemplo, recuérdese la Declaración de Principios del Derecho Internacional referente a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados, y la Carta de Deberes y Derechos Económicos, aprobadas en 1970 y 1974, respectivamente, por la Asamblea General de Naciones Unidas4 y5.
Valiente y con estilo político-jurídico, intervino el CHE en la Quinta Sesión Plenaria del Consejo Interamericano Económico y Social, en Punta del Este, Uruguay, el 8 de Agosto de 1961, a unos pocos meses de Playa Girón, y su intervención causó expectativa entre los asistentes. Certera fue su respuesta al delegado norteamericano, el que había utilizado una cita de Martí en su intervención, y el CHE, imperturbable, aclaraba: "Contestaremos, pues, a Martí con Martí, pero con el Martí antimperialista y antifeudal, que murió de cara a las balas españolas luchando por la libertad Page 113 de su patria y tratando de impedir con la libertad de Cuba que los Estados Unidos cayeran sobre la América Latina (...)".
En ese evento, el CHE plantea, como cuestión esencial, que esa era una conferencia política, y que política y economía van constantemente unidas, explicando que todas las conferencias económicas son políticas, y aún más esta reunión de Punta del Este, porque está planeada contra Cuba y contra el ejemplo que significa para todo el continente. Remarca en todo su discurso su derecho a hablar de política.
Damos importancia jurídica especial a la valoración de la reunión de la OEA en Costa Rica en agosto de 1960, en la que esta organización declaró lo siguiente: "Se condena enérgicamente la intervención, aún cuando sea condicionada, de una potencia extra-continental en asuntos de las repúblicas americanas, y se declara que la aceptación de una amenaza de intervención extracontinental por parte de un estado americano pone en peligro la solidaridad y la seguridad americanas lo que obliga a la Organización de los Estados Americanos a desaprobarla y rechazarla con igual energía": palabras citadas por el CHE en su discurso de la Quinta Sesión Plenaria del Consejo Interamericano Económico y Social en Punta del Este, Uruguay.
Página bochornosa en la historia de América, es aquella en la que los que se decían representantes de los países hermanos, reunidos en Costa Rica, negaron a Cuba el derecho a defenderse. El CHE califica este hecho así: "Es una de las más curiosas negociaciones que se ha producido en la historia del Derecho Internacional". Como se sabe esta declaración de la OEA tuvo una respuesta contundente por parte de más de un millón de manos cubanas levantadas hacia el infinito aprobando, en Asamblea General Nacional del Pueblo, la Declaración de La Habana, en la que además de denunciar al imperialismo se aprobaba la decisión a defender con las armas, con la sangre y con la vida, subraya el CHE, nuestra libertad y nuestro derecho a dirigir los destinos del mundo, en la forma en que nuestro pueblo considerara más conveniente".
¡Qué manera de defender el derecho de los pueblos con principios fundamentales del Derecho Internacional! ¡Prácticamente los 7 principios básicos que recoge la Carta de las Naciones Unidas! ¡Qué certero y valiente uso del principio de soberanía política e independencia económica y del derecho indeclinable a defenderse!
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Tanto en Punta del Este, en 1961, como en la I UNCTAD el CHE profundiza en la famosa alianza. Se acotan al respecto algunas consideraciones.
Al analizar, en el referido cónclave de 1961 en Uruguay, la Alianza para el Progreso, el CHE la define como una fórmula de solución dentro de las reglas del juego del imperialismo y que los Estados Unidos se han visto obligados a instrumentarla ante la presión de los pueblos de América Latina; pero en estas condiciones que la han previsto será un fracaso y no impulsará, como se requiere, el desarrollo.
Abunda en las trabas, típicas del país del Norte, para la concesión de los préstamos y precisa, como cuestión esencial, que estos recursos van a fomentar la libre empresa. No niega el cierto auge de la industria y los negocios a que dará lugar con la consabida ganancia a las empresas monopolistas y por consiguiente redundará en una mayor exportación de capitales hacia el imperio; de manera que la Alianza se convertiría en "el financiamiento por parte de los países latinoamericanos de las empresas monopolistas extranjeras". Expresa que existen omisiones claves en el documento al no definir decisiones sobre puntos fundamentales como: mantener el precio de las materias primas y la prohibición de bajar esos precios, por lo que presumía "que las materias primas de América vayan bajando sus precios cada vez más".
Sentencia que habrá un deterioro cada vez mayor de la balanza de pagos de cada uno de los países latinoamericanos, motivado por el deterioro de los precios a lo que se agrega la exportación de capitales de los monopolios invertidos en el continente, todo lo que conducirá a lo contrario que presume el famoso proyecto yanqui de la Alianza para el Progreso.
De lo anterior deduce que no habrá tal desarrollo y con ello sí más desempleo: lo cual significa baja de salarios y proceso inflacionario, que todos conocemos, para suplir los presupuestos estatales, que no se cumplen por falta de ingresos. Y, en tal punto, entrará en casi todos los países de América a jugar un papel preponderante el Fondo Monetario Internacional, lo que inevitablemente conducirá a los gobiernos a una doble y difícil posición ante las presiones, por un lado la de sus pueblos y por otro la del imperialismo.
De brillantes y visionarias pueden calificarse estas concepciones del CHE en su intervención en el CÍES, el 16 de agosto de 1961, al explicar la votación de Cuba sobre la Alianza para el Progreso. ¿No es hoy aún peor la situación financiera de América Latina con una carga de la DEUDA EXTERNA que pasó de 42,300 millones, ya en el 73, a 430,000 en 1990? ¿Y no es el sistema capitalista, Page 115 expresión de la explotación del hombre por el hombre, en su esencia violador de los principios y normas del Derecho Internacional, y el principal, el derecho a la vida?
El CHE también hizo referencia a que el Gobierno Norteamericano tenía el propósito de que los países latinoamericanos crecieran, pero porque si no viene un fenómeno, el castrismo, que es inadmisible para los Estados Unidos, esa era la esencia de la famosa Alianza, contrapartida de la Revolución Cubana.
El CHE, en su resumen en la Sesión Plenaria del Consejo Interamericano Económico y Social en 1961 plantea a los Delegados que crecieran de verdad la economía de los países de la OEA entendiendo como tal que incrementaran sus consumos y no como fuente de riqueza para el imperialismo norteamericano: "(...) que crezcan de verdad, no para los de afuera".
Igualmente profundo es el Guerrillero Heroico en marzo de 1964 en la UNCTAD, así es su análisis de las necesidades mínimas de recursos externos para financiar un ritmo de desarrollo que redujera la gran diferencia que separa a los países latinoamericanos de los países desarrollados, el cual realiza el CHE de forma sencilla, pero contundente.
Hace referencia al planteamiento del compañero Fidel, en el año 59 en Buenos Aires, cuando señaló una necesidad mínima adicional de tres mil millones de dólares anuales de ingresos externos para financiar un ritmo de desarrollo que redujera la abismal diferencia entre el desarrollo de los países de América Latina y los países desarrollados: cifra que pareció para muchos desorbitada.
Se refiere de nuevo que en 1961, en Punta del Este, en la Conferencia del Consejo Económico y Social de la OEA, a la que asistió el CHE, el gobierno norteamericano prometió 2 mil millones de dólares anuales, ya en el 61 esa cifra era insuficiente ya que América Latina por concepto de remesas de utilidades de las inversiones extranjeras, pagos de la deuda externa y por el deterioro de los términos del intercambio pagó más de 6,000 millones; la famosa Alianza para el Progreso, en realidad, era la contrapartida política del gobierno de Kennedy y como contención de la Revolución Cubana.
Realmente impactan las cifras de los pagos facilitadas por la CEPAL mencionadas por el Comandante Guevara, las que se presentan en forma de balance del año 1961: en millones de dólares son las siguientes:
1735 Por concepto de utilidades de las inversiones extranjeras y remesas parecidas.
1456 Por concepto de pagos de deudas externas a corto y largo plazo.
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2660 Por pérdida indirecta en el poder de compra de las exportaciones, o sea, deterioro de los términos de intercambio.
400 Por fuga de capitales.
6251
Como se aprecia el volumen general excede los 6 200 millones de dólares, o sea, más de 3 Alianzas para el Progreso anuales. En la práctica la Alianza anualmente alcanzó como promedio sólo la mitad de los 2 mil millones prometidos. Los resultados no necesitan comentarios:
1000 Ingresos por la Alianza para el Progreso.
6200 Egresos del continente.
5200 Déficit
La valoración de la Alianza para el Progreso, a 30 años de la famosa ayuda para mejorar los ingresos externos de los países latinoamericanos, es decepcionante para los que en ella creyeron. La Alianza pasará a la historia como una jugarreta más con los pueblos a la que está tan acostumbrado el imperialismo; también, a su vez, sirve de comprobación de lo expresado en el año 59 por el Comandante en Jefe en Buenos Aires: los 3 mil millones anuales como mínimo eran aún insuficientes.
Hoy más que nunca se puede comprobar la sabia alerta del CHE a los pueblos sobre las remesas y el deterioro de los términos de intercambio y la situación de la deuda externa por la incidencia negativa de estas relaciones de explotación hacia los países pobres. Su visión del futuro de la economía de los países dependiente fue certera, situación que se concreta de manera más evidente en la enorme deuda externa: lo que demuestran las conclusiones de la mayoría de los últimos foros internacionales.
En las palabras finales de este segmento de su discurso, se observa nítidamente el pensamiento social, económico y político del CHE en relación con América Latina: "Hoy esta región no sólo está prácticamente estancada en su crecimiento, sino que además se ve asolada por la inflación y el desempleo y gira en el círculo vicioso del endeudamiento externo, soportando tensiones que se resuelven, a veces, por la lucha armada. Cuba denunció en su momento estos hechos y predijo los resultados, anunciando que rechazaba cualquier otra implicación que la emanada de su ejemplo y su apoyo moral. El desarrollo de los acontecimientos nos da Page 117 la razón. La Segunda Declaración de La Habana demuestra su vigencia histórica."
Aunque los planteamientos del CHE tomaban como ejemplo la situación económica de América Latina, los distintos fenómenos analizados resultan válidos para todos los países pobres del mundo.
Cualesquiera de las situaciones abordadas, llámase: el abismo entre las economías de países capitalistas desarrollados y subdesarrollados; el deterioro de los términos del intercambio y la transferencia, cada vez mayor, de divisas, son posibles ya que los resultados del trabajo creador y las riquezas de los países dependientes pasan a mano de los capitalistas, quienes las utilizan para continuar explotando a los demás. Las inversiones extranjeras nefastas; los préstamos en forma de "ayuda" no resarcen lo que por otras vías se llevan. Quedan la deuda y sus intereses como una espada sobre los países dependientes: la inflación, el desempleo, y el endeudamiento externo son las secuelas que deja la filosofía del despojo.
Para cada una de las situaciones abordadas hay un principio, una norma del Derecho Internacional violada, transgredida, y en muchos casos más de una. Por ello en busca de una esperanza que tarde o temprano se materializará, se recuerda el principio de Cooperación Internacional para el Desarrollo que, de cumplirse, daría a su vez lugar a la realización de muchos de los principios y normas del sistema jurídico internacional y no las "ayudas" al estilo de la Alianza para el Progreso de ayer o sus similares de hoy, el Plan Brady y las Iniciativas para las Américas del actual mandatario norteamericano.
Las propuestas del CHE y las interpretaciones extraídas de sus pronunciamientos concretos demuestran, sin lugar a dudas, que en el CHE están presentes sólidas ideas y concepciones jurídicas en el campo de las relaciones económicas internacionales; y que, con profesionalidad jurídica, no sólo utiliza los principios y normas del Derecho Internacional sino que, además, se proyecta como precursor nato de nuevos principios de esta rama de las ciencias jurídicas.
A la luz de las reflexiones expresadas en este trabajo, circunscripto al marco de las relaciones económicas internacionales, se puede, a manera de resumen, afirmar:
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- En el pensamiento del CHE existen ideas y concepciones jurídicas que mantienen su plena vigencia en el contexto de las relaciones económicas internacionales a pesar del tiempo transcurrido y la compleja situación actual de la economía mundial. Su visión precursora confirma cada día más estas concepciones.
- La existencia de estas concepciones jurídicas no es un hecho aislado, dado que su pensamiento es un sistema de concepciones en que se integran, armónica y dialécticamente, componentes económicos, políticos, jurídicos, militares, históricos y pedagógicos, entre otros.
- Tal sistema de concepciones, cuyo centro y objetivo máximo es la transformación del hombre -consciente el hombre mismo que de él depende la transformación social- está dando lugar al surgimiento de un hombre nuevo que no sólo se transforma así mismo, sino que con sus valores ideológicos, morales y éticos ayuda a transformar el ámbito que le rodea, como condición necesaria para la construcción de una nueva sociedad.
- El CHE, de manera magistral, emplea como en un solo haz las ciencias económicas, políticas y jurídicas ante un foro mundial de la trascendencia de la I UNCTAD. Como buen discípulo de Lenin, retoma de éste sus enseñanzas, acerca de que en la construcción económica de la nueva sociedad era muy importante la norma jurídica, hecho que el artífice de la Revolución de Octubre sintetiza en las siguientes frases: "la política es la expresión concentrada de la economía" y "la política emplea el derecho, la ley es la medida de la política, es la política misma".
- Las intervenciones del CHE desbordan el marco nacional y se insertan en los análisis de los graves problemas del Tercer Mundo. Este sentido de su intervención en la I UNCTAD es más que evidente a través de los aspectos comentados de su discurso.
- Esta previsora y temprana referencia al "círculo vicioso del endeudamiento externo", 20 años antes de que este fenómeno financiero mundial hubiera desatado la crisis económica más aguda del siglo, demuestra el alcance del pensamiento del CHE, y dentro de éste sus concepciones económicas y jurídicas.
- En relación con el Derecho Internacional -disciplina que determina las relaciones jurídicas entre los sujetos internacionales- el CHE precisó la importancia que esta rama del derecho tiene, por ejemplo, para la exigencia e implementación de un "nuevo tipo de relaciones" esencia del Nuevo Orden Económico Internacional. No hay dudas que en el pensamiento del CHE estaba Page 119 bien definida esta necesidad como derecho de los pueblos pobres.
- Subrayó el valor que, como instrumento de lucha para los países subdesarrollados, tienen los principios y normas del Derecho Internacional Moderno, para lograr la emancipación económica, política y social de sus pueblos.
El amplio espectro de actividades vinculadas con las ciencias jurídicas presente en el quehacer del Guerrillero Heroico requiere de un profundo estudio acorde con la estatura de su figura.
Este trabajo no ha tenido el propósito de alcanzar tal grado de profundización, pero sí motivar las reflexiones del lector acerca de si la estrecha vinculación del pensamiento social del CHE con las ciencias jurídicas alcanza una jerarquía superior a la que pretende demostrar esta tesis.
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UNCTAD Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. (United Nations Conference on Trade and Development).
FMI Fondo Monetario Internacional.
BIRF Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento.
GATT Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio. (General Agreement on Tariffs and Trade).
CEPAL Comisión Económica para América Latina.
OEA Organización de Estados Americanos.
ONU Organización de Naciones Unidas.
CÍES Consejo Interamericano Económico y Social.
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[1] V.l. Lenin, citado por Fernando Cañizares en Teoría del Derecho, Pueblo y Educación, 1979 (Página 46).
[2] Cañizares, Fernando: Teoría del Derecho, Pueblo y Educación, 1979 (Página 47).
[3] Declaración sobre el establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional - ONU- en abril-mayo 1974 en el Sexto Período Extraordinario de Sesiones de la Asamblea General, Revista Economía y Desarrollo 30, julio-agosto 1975 (Páginas 208 a 213).
[4] G. Tunkin: Curso de Derecho Internacional Libro I. (Página 174) Declaración de Principios de Derecho Internacional -ONU- en 24-10-70 en su XXX Sesión de la Asamblea General.
[5] Carta de derechos y deberes económicos de los Estados -ONU- 6-12-74 en el XXIX período de sesiones de la Asamblea General. Economía y Desarrollo 30, julio-agosto 1975 (Páginas 215 a 227).
