De la Editorial de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos
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CUBALEX enero-diciembre 2013 pp. 508‐509
De la Editorial de la Organización Nacional
de Bufetes Colectivos
Las medidas cautelares: una valiosa herramienta procesal
Dra. Ivonne Pérez Gutiérrez, Ediciones ONBC, La Habana, 2012.1
Tengo el privilegio y honor, realmente inmerecidos, de reseñar el libro Las me-
didas cautelares: una valiosa herramienta procesal, fruto de la vasta experiencia en el
ejercicio de la abogacía, aunado a la labor investigativa y docente de la autora. Así,
la Dra. Ivonne P G nos propone una mirada integradora a una de las
herramientas procesales de mayor utilidad, o mejor, a uno de los pilares del Derecho
Procesal Civil.
La obra persigue como objetivos el estudio del marco teórico que posibilite mon-
tar un régimen cautelar que se inserte armónicamente en el proceso ordinario civil
cubano, así como determinar los principios esenciales que le informan, cuestiones
que resaltan lo novedoso del tema. Para ello se revisó una amplia bibliografía, que
recoge lo mejor del pensamiento procesalista clásico y contemporáneo, además del
análisis legislativo y jurisprudencial que enriquece los razonamientos que se realizan.
El libro se compone de una introducción y tres capítulos, dejando para el nal un
locuaz cuerpo de conclusiones que recoge sintéticamente el parecer de la autora.
El primer capítulo, logra con aguda destreza, hilvanar las cuestiones generales de
la institución objeto de estudio. Tomando como base el sustancioso concepto que
se propone, se analizan aspectos trascendentales en relación a la tutela cautelar. Del
examen pormenorizado de los caracteres que le identican, como antesala necesaria
para luego detenerse en la naturaleza del régimen cautelar, llega a comprenderse si
efectivamente se trata de un proceso o un procedimiento, para, nalmente, concluir
que se trata de una cuestión incidental, como objeto del procedimiento que supo-
nen los incidentes en función del proceso principal.
El segundo capítulo refrenda dos momentos trascendentales. El primero, los re-
quisitos de procedibilidad de las medidas cautelares, que revisten importancia tal,
1 Por el Lic. Luis Alberto Hierro Sánchez. Profesor Adiestrado del Departamento
de Derecho Civil y de Familia de la Facultad de Derecho de la Universidad de
La Habana.
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que solo su coincidencia hace posible la materialización de una situación jurídica
cautelable. Con total tino, se analiza su comportamiento en la LPCALE, particula-
rizando en sus aciertos y defectos. El otro momento, el parangón con guras anes,
cuyo propósito es evitar las confusiones que se suscitan con otras instituciones que
presentan caracteres similares. Así, se ofrece una visión comparativa entre la tutela
cautelar, las tutelas sumarias y las más recientes y modernas tutelas judiciales urgentes.
La losofía del régimen cautelar cubano constituye capítulo medular del libro in
comento, en tanto contrasta las particularidades de este procedimiento, marcando
un antes y un después la entrada en vigor del Decreto-Ley 241/2006. Convergen
así, no obstante el esfuerzo del legislador por sistematizar el régimen cautelar patrio,
dos modelos procesales paralelos en una misma norma, lo que obliga aplicar para
el proceso civil, las instituciones del proceso económico en lo pertinente, en franca
consecuencia del principio de supletoriedad inversa. Termina este capítulo con una
perspectiva de lo cautelar en casos especícos, concretamente, en los expedientes de
incapacidad, en el proceso sucesorio y en clave familiar, sin restarle valor a su garbo
ejecutivo.
Por último, valiosas conclusiones permiten conrmar la importancia teórica y
práctica del tema, claro reejo de la sistemática seguida a lo largo de toda la obra,
logrando en magistral síntesis, recoger el sentido y alcance de los objetivos trazados.
La obra que se reseña presenta un valor indubitado, tanto para los operadores del
Derecho, como para profesores y estudiantes. La profesora Pérez Gutiérrez, con la
inteligencia, sencillez e impoluta elegancia en el uso del lenguaje que le caracterizan,
ha conseguido transmitir de manera clara, coherente y con una profundidad exqui-
sita, contenidos que en ocasiones resultan densos y complejos. Solo queda por decir,
con el acento graticante que de su lectura se desprende, que la doctrina procesalista
patria sigue respirando nuevos humos de buen Derecho.
