Evaluación integral de la escena del suceso

AuthorLic. Raineri Rojas López; Dra. CM Teresita García Pérez
PositionConsejo Consultivo Nacional de Investigación Criminal de Cuba
Pages85-94

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I La escena del suceso

La escena del suceso o escena del crimen, no solo constituye el escenario donde aparentemente aconteció un hecho de carácter criminal, es mucho más que eso, pues de su inspección, estudio minucioso e interpretación de las evidencias dependerá que: determinemos con mayor o menor certeza si el sujeto fue muerto en el lugar del hallazgo o si el cadáver y los vestigios del crimen fueron trasladados y encontrados en otro distante o distinto; determinar el perfil psicológico de la víctima; la determinación de la cuestión fáctica y paralelamente la solución y determinación jurídica a la que nos enfrentamos es su objeto, y su fin esclarecer la verdad en la lucha contra la actividad delictiva.

En nuestra opinión sin la escena del crimen no se tiene completo un caso, solo un grupo de evidencias y despojos humanos en el lugar del hallazgo, aun considerando que este último tiene de igual manera relevancia, pues en ambas situaciones las víctimas y sus victimarios dejan parte de si en la escena y se llevan parte de ella consigo, a lo cual hemos llamado principio de intercambio.

Consideramos entonces que la inspección de la escena del crimen en sentido amplio, comprende el lugar del suceso y el sitio donde fueron encontradas las huellas con el relacionadas. Definiéndola como "la acción del investigador criminalista, el instructor penal, el juez de instrucción o el instructor fiscal, al examinar por si mismos la escena del crimen, utilizando todos sus sentidos, medios técnicos y Page 86 métodos de investigación criminal, para buscar, revelar, fijar extraer y embalar las pruebas e indicios, con el fin de esclarecer las circunstancias, la oportunidad, el medio empleado y el móvil relacionados con el hecho delictivo que se investiga» 1.

Bases legales para la actuación policial y médico legal en Cuba

El 17 de septiembre de 1882 entra en vigor en España, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que es la primera en regular la inspección del lugar de los hechos, en su Art. 326 y en sus Art. 344-349, se relaciona y regula la designación, nombramiento, competencia y otros aspectos relacionados con los médicos forenses.

En Cuba, la Ley No. 5 de agosto de 1977 "Ley de Procedimiento Penal", regula en su TÍTULO III DE LA COMPROBACIÓN DEL DELITO Y DETERMINACIÓN DE LOS PARTICIPANTES; regula del Capítulo I al III, todo lo relacionado con la inspección el lugar del hecho, la reconstrucción del hecho y el cuerpo del delito.

El Art. 105 de la citada Ley, expresa que el Fiscal controla la fase preparatoria del juicio oral, cuyas diligencias se practican por el instructor policial, el instructor del Departamento de Seguridad del Estado o de la propia fiscalía. El Art. 119-120, regula la actuación de la Policía Nacional Revolucionaria así como el Art. 123, establece la actuación de estos durante la investigación. Por su parte el Art. 121, describe las funciones del instructor al recibir la denuncia.

No obstante a que la Medicina Legal, dentro de nuestro ordenamiento administrativo se subordina al Ministerio de Salud Pública, la Ley de Procedimiento Penal, reconoce la actuación del médico legista como parte en la investigación criminal. El Art. 142 refiere que cuando el proceso penal tenga por causa la muerte violenta o sospechosa, se procederá a la necropsia del cadáver por médicos forenses.

Abordaje criminalístico de la escena del suceso

Como hemos explicado, el estudio minucioso de la escena y el cadáver, juega un papel fundamental para determinar si estamos en presencia de un hecho criminal. Cabe entonces aclarar que; en nuestro Page 87 país cuando se establece que el hecho investigado constituye un suicidio, no tiene trascendencia judicial alguna en lo penal. Pero desde el punto de vista del derecho civil adquiere otra connotación pues la muerte extingue en algunos casos las obligaciones del finado y en otros las transfiere a sus herederos o causahabientes.

Desde la perspectiva de la investigación criminal en el suicidio se deben resolver y tener en cuenta las siguientes cuestiones generales durante la inspección de la escena:

  1. Qué ha sucedido en el lugar;

  2. Posibles causas de la muerte;

  3. Data de la muerte;

  4. De que forma y con que medios o armas se produjo la muerte;

  5. En qué posición está la víctima en si misma (poses significativas) y respecto al área que la circunda, respecto al arma o medio utilizado;

  6. Huellas o indicios que demuestren la participación de un tercero en el presunto acto criminal;

  7. Establecer la identidad y rasgos de personalidad de la víctima;

  8. Las huellas dactiloscópicas u olorosas de la víctima en los medios utilizados para ultimarse;

  9. La correspondencia del surco equimótico en el cuello de la víctima con la posición que ocupa la cuerda en el o con las características de la misma;

  10. Buscar fibras, huellas dactilares u olorosas en el lugar de sujeción de la cuerda, desde donde supuestamente se suspendió la víctima;

  11. Localizar lesiones en el cuerpo de la víctima que no correspondan con las que pudieran interpretarse normalmente como las que se pueden haber producido con objetos muy próximos al cadáver.

  12. La ausencia de huellas del disparo en el cadáver y sus vestimentas que alejan la posibilidad del suicidio;

  13. La posición del orificio de entrada del proyectil (tórax, cabeza) que indique la factibilidad de haberse autoinmolado el sujeto;

  14. La distancia excesiva en la caída libre en la defenestración o precipitaciones (alturas superiores a los cinco metros) y en las Page 88 caídas (desplome del cuerpo en el propio plano de sustentación o el descenso desde una altura no mayor a los cinco metros);

  15. Lesiones que no correspondan con la caída desde una altura;

  16. Lesiones de objetos punzo-cortantes que excluyan la posibilidad de que hayan sido producidas por el sujeto respecto a su posición en el cuerpo: salvo algunos casos, los suicidas que utilizan armas blancas dejan lesiones de tanteo en su cuerpo;

  17. El estudio de los deterioros de los vestidos de la víctima;

  18. En las sumersiones, aun cuando son poco frecuentes en la psicodinámica del suicida, se producen lesiones en el cuerpo del cadáver por el arrastre que produce la corriente de las aguas sobre del lecho del río o el océano, o debido a la acción mecánica del golpe de la propela de una embarcación y además por la acción depredadora de los peces u otros organismos del medio que se alimentan del cadáver;

  19. El estudio del contenido visceral y su comparación bioquímica con las aguas, algas y microorganismos que viven en los medios acuáticos donde se halló el cadáver;

  20. Los venenos o sustancias tóxicas que son comunes en los actos suicidas; y buscarlos hasta hallarlos en la escena resulta importante, generalmente al suicida no le interesa el sabor o la acción corrosiva de la sustancia;

  21. Las muertes por lesiones producidas por quemaduras debido a irradiaciones físicas o por sustancias químicas, son frecuentes en Cuba en los suicidios de la mujer, o en el caso de homicidio utilizando la mujer estos medios contra los hombres, pero de esta forma se puede enmascarar un accidente, pudiendo ser en realidad un suicidio o un auxilio al suicidio;

  22. PERO LO MÁS IMPORTANTE ES NO DEJARSE LLEVAR POR LO OBVIO.

  23. Desde el punto de vista médico legal se aborda la investigación siguiendo las técnicas y métodos que propone Gisbert Calabuig, en su Tratado de Medicina Legal y Toxicología 2.

Si diera el asunto conque como resultado de la inspección e interpretación de la escena del crimen, los resultados de la necropsia y las investigaciones policiológicas no se llegaran a determinaciones concluyentes, habiéndose descartado el homicidio y el asesinato, debatiéndose Page 89 el caso entre el suicidio y el auxilio al suicidio, constituyendo una muerte equívoca; aún queda el recurso de la Psiquiatría forense y la Psicología Forense, para salir en ayuda de la investigación policiológica, sin dejar de contar con la ciencia victimológica y sus métodos.

Como mencionamos en el inciso c), partiendo de la caracterización psicológica y los rasgos de personalidad de la víctima hay que demostrar la conducta parasuicida del sujeto fallecido y si existió previo a los hechos victimización por parte de sus convivientes como presupuesto ineludible, pues en el delito de auxilio al suicidio se trata siempre de que existen fuertes lazos emocionales entre la víctima y quien por piedad u otro móvil criminal participa en la criminogénesis y su criminodinámica, (las agresiones y auto agresiones no solo tienen un contenido social, encierran un profundo significado psicológico), que hay que sacar a la luz utilizando métodos indirectos de investigación, tratando de explorar mediante entrevistas a familiares, conocidos, amigos, colaboradores, colegas de profesión, en fin, con todas aquellas personas conocidas que se relacionaron con la víctima, para poder establecer la verdad. La autopsia psicológica como método de investigación en víctimas de suicidio y homicidio, puede dar un viraje dramático a la investigación.

Se buscan elementos de victimización por mal trato físico y psicológico, por lo general y sobre todo en las mujeres, son personas con baja autoestima, buscan en la pareja una relación semipaternal, son torpes para enfrentar sus problemas y fricciones personales, tienden a culpabilizarse, su comportamiento en sentido general es de ser siempre la víctima.

II La inspección del cadáver

En Cuba está establecido y generalmente aceptado por todas la autoridades (judiciales, policiales y de salud pública), que la inspección al cadáver se realice cuando sea dispuesta por el Instructor Policial o la autoridad Judicial competente (Fiscal), en casos de muertes violentas o sospechosas, o de un sujeto que no recibió asistencia médica ni fue movido del lugar donde fue hallado el cadáver, sus partes o el esqueleto. Page 90

El estudio del cadáver podemos dividirlo para su mejor compresión en cuatro etapas:

  1. Examen del vestuario;

  2. Identificación del cadáver;

  3. Establecimiento de la data de la muerte;

  4. Y estudio de las violencias que se encuentran en el cadáver.

Partiendo del primer aspecto debemos aclarar que el examen del vestuario no es exclusivo del médico-legista, pues aparecen indicios en los vestidos que son de interés criminalístico y serán sometidos a otros exámenes periciales. Debe describirse la extensión y localización de máculas, desgarros, fibras. Observar y describir otras alteraciones en los vestidos y su relación con actos de violencia en el cadáver que pudieran perderse en la manipulación del cuerpo exánime. Observar y describir las tallas de las prendas de vestir resulta importante pues de estar instalada la fase enfisematosa de la putrefacción, brinda información sobre la complexión aproximada de la víctima.

¿Qué no se debe hacer?

- Dejar de revisar y vaciar los bolsillos, dobleces, falsas costuras;

- Añadir desgarros para facilitar el acceso a partes del cadáver;

- Añadir máculas al depositar los vestidos en superficies sucias o al superponer porciones limpias a manchas húmedas;

- Limitar la descripción solamente al tipo de ropa y su color;

- Permitir que se le retire al cadáver el vestuario antes de concluir el acto de la necropsia, para fines criminalísticos.

El segundo aspecto, la identificación del cadáver, se realiza estableciendo la individualidad de los restos que estudia, expresando características generales como edad, sexo y raza; además de características individuales como: tatuajes, cicatrices, nevos o defectos físicos. Como en la escena del crimen no se pueden realizar incisiones u operaciones sobre el cadáver todas las informaciones que se obtienen son preliminares y no son en ningún caso conclusivas.

La determinación del sexo, raza, edad, el establecimiento de la data de la muerte y el estudio de las violencias que aparecen en el Page 91 cadáver, se abordan siguiendo las técnicas y métodos que propone el Gisbert Calabuig, en su Tratado de Medicina Legal y Toxicología.

¿Qué no debe hacerse durante el examen del cadáver?

- Pronunciarse a priori sobre la etiología médico legal del suicida;

- Aceptar una identificación basada solo en el vestuario, joyas u otros objetos encontrados con el cadáver;

- Determinar la raza y la edad de un cadáver putrefacto en la escena del crimen;

- Brindar elementos identificativos en restos óseos, sin realizar exámenes con las técnicas adecuadas;

- Explorar trayectos de heridas o utilizar reactivos sobre el cuerpo del occiso.

- Mover el cadáver sin supervisión directa del especialista médico legista y bajo la observancia de todos los procedimientos;

- Permitir que el cadáver sea examinado por un ayudante;

- Brindar conclusiones sobre aspectos que serán evaluados con mayor certeza durante la práctica de la necropsia.

III La autopsia psicológica

Como antecedente histórico del surgimiento de la autopsia psicológica como técnica pericial se recoge el análisis psicológico del teniente Jack Lester Mee, héroe de la Segunda Guerra Mundial, víctima de un homicidio a manos de su amante, en 1947, a solicitud del letrado de la defensa para probar que el occiso era «anormal y peligroso» como justificación al gesto homicida de su cliente. En aquella ocasión los doctores Díaz Padrón y Henríquez estudiaron cartas, diario íntimo y un libro de poemas escrito por el finado, también revisaron la historia clínica de un hospital militar donde había estado recluido el que resultara víctima pudiendo establecer que padecía un trastorno de la personalidad particularmente centrado en su vida sexual 3.

En los años 50 el Jefe de Exámenes Médicos Forenses de los Ángeles, California, comenzó a remitir las muertes equívocas al Centro de Prevención del Suicidio para su investigación solicitando consulta para la determinación de la certificación más apropiada de la muerte, si suicidio o accidente 4, a partir de la necesidad objetiva de uniformar la recogida de la información fueron establecidos los elementos esenciales para el proceso de investigación que fue denominado «Autopsia Psicológica» 5 y que ha sido utilizado desde entonces para la Page 92 definición de la etiología médico-legal de muertes dudosas donde una de las hipótesis a descartar es el suicidio.

La autopsia psicológica es un procedimiento para evaluar después de la muerte como era la víctima antes de la muerte, se trata de reconstruir en un sentido biográfico la vida de la persona fallecida enfatizando aspectos tales como su estilo de vida, personalidad, stress recientes, enfermedad mental y comunicación de ideas orientadas a la muerte, con especial focalización sobre los últimos días y horas 6.

Esta información, según el método norteamericano es recogida de documentos personales, registros policiales y médicos, expedientes judiciales y de las entrevistas con la familia, amigos, socios de trabajo o escuela y médicos, estas entrevistas son realizadas en forma abierta.

El método cubano de autopsia psicológica7, a diferencia del norteamericano, parte de la escena de la muerte, desde allí comenzamos a acopiar información sobre la víctima, especialmente cuando la escena se corresponde con un espacio ocupado en vida por ésta, tal como su domicilio.

Par lograr un perfil victimal lo más cercano a la realidad es necesario trabajar en equipo con los investigadores policiales y los criminalistas desde la propia escena de la muerte, buscando aquellas huellas psicológicas que puedan arrojar luz sobre la personalidad del finado. En este sentido tener una caracterización local de los suicidas, víctimas de homicidio y de accidentes resulta una herramienta muy valiosa, ya que podemos evaluar que tanto se acerca el perfil de la víctima en estudio a los perfiles de cada uno de los tipos victimales señalados.

Aclaramos que debe ser una caracterización local, porque carece de rigor científico extrapolar la caracterización de un suicida europeo a nuestro contexto latinoamericano, e incluso dentro de un mismo país existen importantes diferencias regionales que cobran peso en el marco de la investigación. Page 93

Entre los elementos más importantes para evaluar la aproximación del perfil victimal logrado por la autopsia psicológica a uno u otro tipo de muerte, tenemos el estilo de vida, los factores de riesgo suicida, heterogresivo o a la accidentalidad, la historia de consumo de sustancias, las áreas de conflicto y las áreas motivacionales.

Nuestra experiencia de aplicación del método de autopsia psicológica desde la escena de la muerte, en los últimos 15 años nos permite sistematizar algunos elementos a tener en cuenta para lograr una aproximación al perfil victimal desde la escena:

- Disposición de objetos, orden o desorden, aspecto descuidado o cuidadoso.

- Adornos, cuadros, fotografías, esculturas (posible significado simbólico).

- Presencia de sustancias tóxicas en el lugar.

- Cartas de despedida, características del papel, aspecto de escritura reciente o antigua.

- Características del cadáver (ver inspección del cadáver).

- Información preliminar aportada por familiares, vecinos, etc, actitud de los mismos ante el suceso.

Como podemos observar se trata de elementos sólo definibles si logramos un buen trabajo en equipo, en el cual podamos intercambiar impresiones y evacuar dudas desde este primer acercamiento a esa persona cuya muerte nos ha tocado investigar y ante cuya familia tenemos la enorme responsabilidad de determinar si se produjo un hecho criminal o si se trata de una infausta decisión autodestructiva llevada hasta las últimas consecuencias.

Conclusiones:

El trabajo en la escena de un presunto hecho criminal requiere de una profunda preparación técnica en aspectos tan complejos como la Medicina Legal, la Criminalística, la Policiología y la Psicología Criminal, el trabajo en equipo garantiza que nuestras conclusiones se ajusten a los más rigurosos principios científicos, alejándose de la superficialidad y el conformismo con algunas realidades "obvias" que pueden conducirnos a errores, y con ellos a permitir que un homicida Page 94 continúe poniendo en peligro a otros seres humanos, burlando la justicia.

Bibliografía:

[1] Rojas López, R. Contenido Esencial Mínimo del Diplomado de Investigación de Homicidios, La Habana, 2002.

[2] Calabuig, G. Tratado de Medicina Legal y Toxicología, Barcelona, 1998.

[3] Díaz Padrón, J A ; Henríquez, EC. "Análisis psicológico de un muerto"(el homicidio del Teniente Jack Lester Mee). Responsabilidad criminal ante los tribunales, La Habana, 1947, p. 243-75.

[4] Litman, RE et al. Investigation of equivocal suicides. JAMA, Vol. 184, 1963, p. 924-29.

[5] Douglas, A ; Sargent, JD. Council of Scientific Affairs. Results and implications of the AMA- APA Physician Mortality Project. Stage II. JAMA, june 5, Vol. 257, No. 21, p. 2949-53.

[6] García Pérez, T La Autopsia Psicológica como método de estudio de las víctimas de muerte violenta. Rev. Española de Medicina Legal, Enero-Junio 1999.

[7] García Pérez, T; Rojas López, R. La Autopsia Psicológica como método de estudio de las víctimas de homicidio y asesinato. Encuentro Internacional de Técnicas Criminalísticas, Tecnicrim, 1995.

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