Palabras de elogio al profesor Antonio Raudilio Martín Sánchez, en el acto de entrega del premio nacional de derecho Carlos Manuel de Céspedes, efectuado en el aula magna de la Universidad de La Habana, el 25 de febrero de 2022
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Palabras de elogio al profesor Antonio Raudilio Martín Sánchez...
PALABRAS DE ELOGIO AL PROFESOR ANTONIO RAUDILIO MARTÍN
SÁNCHEZ, EN EL ACTO DE ENTREGA DEL PREMIO NACIONAL
DE DERECHO CARLOS MANUEL DE CÉSPEDES, EFECTUADO
EN EL AULA MAGNA DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA,
EL 25 DE FEBRERO DE 2022
Por el Dr. C. Arnel Medina cuenca, Profesor Titular de Derecho penal, vicedecano
de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana y vicepresidente de
la Sociedad Cubana de Ciencias Penales
La Habana, 25 de febrero de 2022
“Año 64 de la Revolución”.
COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DE LA PRESIDENCIA:
La Unión Nacional de Juristas de Cuba instituyó en el año 2005, el Premio Na-
cional de Derecho Carlos Manuel de Céspedes, en reconocimiento al Padre de
la Patria, que el 12 de abril de 1869 asumió la presidencia de la República
de Cuba en Armas, hasta ser depuesto el 27 de octubre de 1873 y connado sin
escolta a la recóndita nca San Lorenzo, en la Sierra Maestra.
Dentro de dos días se cumplen 148 años de la caída en combate del Mayor Ge-
neral del Ejército Libertador y líder de la gesta del 68, el 27 de febrero de 1874,
a los 55 años, enfrentando solo a un destacamento español.
El Premio Nacional de Derecho Carlos Manuel de Céspedes fue otorgado por
primera vez durante el VI Congreso de la organización, celebrado en 2005, post
mortem, al querido profesor Miguel d’eSteFano PiSani.
Recuerdo que fue precisamente el siempre recordado con admiración, por los
que fuimos sus compañeros, Narciso coBo roura, el que propuso que el premio
anual se otorgara el 27 de febrero, como digno homenaje de los juristas cuba-
nos al gran abogado, nacido en Bayamo el 18 de abril de 1819.
Hoy se le entrega a un jurista muy querido por todos nosotros, un hombre de
la Unión Nacional de Juristas de Cuba, y también de Limonar, de Matanzas, del
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Ministerio del Trabajo y de la Seguridad Social, del Tribunal Supremo Popular y
de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana.
Decir que el premio es muy merecido sería un simple cumplido, sin sentido,
aquí hay que decir que la lista de los premiados estaría incompleta sin su pre-
sencia, ¡gracias al jurado por adoptar tan sabia decisión!
Antonio Raudilio Martin Sánchez nació en Limonar, provincia de Matanzas,
el 9 de mayo de 1936. En su juventud abrazó, desde muy joven, las ideas
revolucionarias.
Fue miembro de la Juventud Masónica y durante tres años integró su directiva
nacional. Desde 1951 ingresó en la Juventud Ortodoxa, impactado por la pré-
dica moralista y nacionalista de Eduardo chiBáS, con su consigna “vergüenza
contra dinero”.
En 1955, a partir de la salida de Fidel de la cárcel, comienza a organizarse el
Movimiento 26 de Julio y el programa político que contenía la Historia me ab-
solverá. Allí estaba Raudilio organizando el movimiento en Limonar.
Tras el fracaso de un intento de atentado al dictador Fulgencio Batista, el 19 de
mayo de 1958, el movimiento lo envía exiliado a Venezuela, donde trabajó en
la campaña económica que se hizo desde allá y que se conoce como la marcha
de Bolívar a la Sierra, regresando a Cuba en la madrugada del 2 de enero en
uno de los primeros aviones que trajeron a los exiliados.
Al triunfo de la Revolución lo designan Comisionado municipal en Limonar,
donde permanece hasta el 31 de diciembre de 1961. Como miliciano participó
en la campaña de Corralillo.
En enero de 1962 trabajó en la reorganización de las Organizaciones Revolu-
cionarias Integradas (ORI) y en la creación de Partido Unido de la Revolución
Socialista (PURS).
Entre 1962 y 1970 ocupa distintas responsabilidades en Matanzas y también
en Camagüey, en la construcción del Partido Comunista de Cuba, y en 1969 es
incorporado a trabajar en las actividades relacionadas con la zafra azucarera,
donde integra el mando provincial de la zafra bajo la dirección del compañero
José Ramón Machado Ventura, en aquel momento delegado del Buró Político
del Comité Central del Partido en la provincia de Matanzas.
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En 1971 ingresa en el Ministerio de Trabajo como subdirector regional de Se-
guridad del Trabajo de Matanzas, con la tarea concreta de atender la aplicación
de la Ley contra la vagancia, además de la justicia laboral, la protección e higie-
ne del trabajo y la seguridad social.
En septiembre de 1971 ingresó en la Universidad de La Habana en la Facultad
de Derecho, después de vencer el examen de ingreso, graduándose en 1975 de
Licenciado en Derecho.
En 1975 asistió como invitado a las sesiones del I Congreso del Partido Comu-
nista de Cuba por la provincia de Matanzas.
Es fundador de la Unión Nacional de Juristas de Cuba y en 1977, al constituirse
la organización, asistió al I Congreso efectuado los días 7 y 8 de junio. Fue elec-
to vicepresidente de Matanzas en 1977 y en 1979 fue promovido a presidente
provincial.
Como bien se explica en la fundamentación del jurado, en 1982, en el II Con-
greso, fue elegido miembro del Buró Ejecutivo Nacional y en el III Congreso,
en 1987, vicepresidente de la organización, cargo que ocupó hasta el VII Con-
greso, efectuado en 2012. Durante todos estos años atendió con mucho acierto
las relaciones internacionales de la UNJC.
Durante los años 1978 y 1979, impartió clases como profesor en la lial de la Es-
cuela de Derecho en el Centro Universitario de Matanzas, durante dos cursos.
En mayo de 1980 fue promovido a director de Legislación laboral del Comité
Estatal de Trabajo y Seguridad Social, participando en la elaboración y revisión
de diferentes leyes, sobre la reforma de salarios, la contratación de la fuerza de
trabajo, las vacaciones pagadas y la seguridad social. En 1982 fue miembro
de la comisión Redactora del Código de Trabajo, aprobado en 1984.
Recibió un adiestramiento sobre Derecho Laboral en la República de Hungría,
en 1983, y asistió a seminarios sobre Administración de Trabajo, impartidos en
Panamá por el Centro Iberoamericano de Administración del Trabajo, en 1985.
En mayo de 1986, la Universidad de La Habana le conrió la categoría de Profe-
sor Auxiliar Adjunto, en un acto celebrado en esta Aula Magna, en la que tuve
el honor de participar en mi condición de decano de la Facultad de Derecho
de la Universidad de Oriente.
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Impartió cursos de postgrado sobre el Código de Trabajo en la Universidad de
La Habana, así como conferencias y seminarios sobre distintas materias de De-
recho Laboral en organismos e instituciones nacionales y extranjeras.
En mayo de 1990 lo designan presidente de la Sala de lo Laboral del Tribunal
Supremo, cargo que ostentó hasta su jubilación en enero de 2009.
En el proceso eleccionario de 1992 integró la Comisión Electoral Nacional en
representación del Tribunal Supremo Popular.
En el año 2000 fue seleccionado cuadro destacado del Sistema de los Tribunales.
En 2009, al jubilarse en el Tribunal Supremo con 50 años de trabajo, por insis-
tencia de Mendoza y de toledo, se incorpora como profesor a tiempo completo
de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, donde imparte la
asignatura Derecho Laboral y cursa la maestría en Derecho Laboral y Seguri-
dad Social y se integra a su claustro.
La facultad lo relacionó también con la docencia en la Escuela Nacional del
Partido Ñico López y con la Escuela Superior de Cuadros del Estado.
Presidió durante tres años el Órgano de Justicia Laboral de Base y fue el secre-
tario general del núcleo del PCC por dos periodos. También dirigió con resulta-
dos relevantes la Cátedra Honoríca de Estudios Sindicales.
Es autor de varias publicaciones en libros y revistas nacionales e internacio-
nales sobre el Derecho Laboral y la Seguridad Social y ha participado como
ponente y organizador en numerosos eventos cientícos nacionales e inter-
nacionales, en representación de la UNJC, la Sociedad Cubana de Derecho La-
boral y de Seguridad Social, la Asociación Americana de Juristas, la Asociación
Iberoamericana de Abogados Laboralistas, la Asociación Latinoamericana de
Abogados Laboralistas y otras asociaciones nacionales e internacionales.
Ha sido delegado a los ocho congresos de la UNJC y ha representado a la Unión
en numerosos eventos internacionales.
Trabajó intensamente en toda la preparación para la postulación de la Unión
Nacional de Juristas de Cuba como ONG con status consultivo especial en Na-
ciones Unidas y asistió en 1997 al Comité de ONG de la ONU, en Nueva York, al
debate donde se acordó el ingreso.
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En 1998, representando a la Unión, asistió a los debates de la Comisión de De-
rechos Humanos en Ginebra.
Como presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Laboral y de la Seguridad
Social vinculó a esta como lial cubana de la Asociación Iberoamericana de
Derecho del Trabajo y Seguridad Social, desde 1985.
Durante 35 años, desde 1987, ha representado a la UNJC en las actividades de
la Asociación Americana de Juristas. En 1991 fue electo vicepresidente, inte-
grando el Comité Ejecutivo Continental, y en la XI Conferencia efectuada en
Guatemala, en 1997, fue promovido a vicepresidente primero, cargo que con-
tinúa ocupando.
Asistió, con participación destacada, a los Foros Sociales Mundiales de Porto
Alegre, Quito y Caracas. Igualmente representó a Cuba en el primer Foro Mun-
dial de Jueces.
En mayo de 2001 concurrió, en representación de la Unión Nacional de Juristas
de Cuba, a los actos que se efectuaron en Lisboa y Madrid con motivo del 25
aniversario de la Constitución de la Unión Iberoamericana de Colegios y Aso-
ciaciones de Abogados.
En 2017, la Academia Iberoamericana de Derecho de Trabajo y Seguridad So-
cial le otorgó la categoría de Académico.
En abril de 2019, la Unión Nacional de Juristas de Cuba le otorgó la condición
de MieMBro de honor.
Durante su larga trayectoria laboral y social ha recibido numerosas condeco-
raciones y reconocimientos, que han sido mencionados aquí por el presidente
de la organización.
Finalmente, quiero decir que conozco a Raudilio desde 1982, cuando asistimos
como delegados al II Congreso de la UNJC; estuvimos juntos en las elecciones
del año 1992, él en la CEN y yo en la CEM de Santiago de Cuba, y en el traba-
jo de la Unión cuando yo era presidente en Santiago de Cuba y él vicepresi-
dente nacional, y desde 1994, cuando asumí la presidencia de la organización,
hasta 2012.
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Participamos en mil batallas, en momentos de inmensa alegría y también en
las múltiples situaciones complejas que tuvimos que enfrentar, en 18 años de
trabajo en la dirección de la Unión.
Cerramos las, junto a numerosos juristas de todo el país, en las batallas por
el regreso de Elián González y por la liberación de nuestros Cinco Héroes, en
Cuba y en el exterior. En todos los eventos celebrados en el extranjero en que
participaba un aliado a la UNJC, en esos años, salía con la misión de levantar
estas banderas.
Lo recuerdo también en momentos difíciles, explicándole a nuestros amigos
en el exterior, por las pocas vías existentes en esos años, la verdad sobre la
situación del país y de manera muy especial sobre la ilegalidad del bloqueo y
sus consecuencias para el pueblo cubano.
Con Raudilio, su experiencia, su consejo oportuno, su consagración al trabajo
de la Unión, el difícil manejo de las relaciones internacionales de la organiza-
ción, siempre pudimos contar, así como con su paciencia para tratar los asun-
tos, y tantas y tantas virtudes que todos le reconocemos y que tanto contribu-
yeron a los resultados obtenidos en el trabajo en esos años.
Raudilio es, simplemente, lo que en buen cubano se dene como una bue-
na persona.
Muchas gracias a Raudilio y a todos los que me dieron la oportunidad de pro-
nunciar estas palabras.
Raudilio, el 8 de junio próximo nos veremos en el IX Congreso de la UNJC.
¡Muchas gracias!
